25.5.10

Nada va a Kalmar

Nada va a calmar a esta mañana ondulada y polvorienta. El manto blanco que lo cubre todo y gotea sobre las calles parece no cansarse de escupir sus lamentos. Mañana el verde será más verde.
Cruzan pajarillos de tizón lo que un día pudo llamarse cielo. Ninguno va a posarse sobre el árbol que, joven y escuálido, se parece a los ancianos en lo a punto de desplomarse. Sus frágiles ramas no ofrecen cobijo de tan finas sus hojas. Mañana será más fuerte.
Puedo ver más allá de los montes y veo los valles, los prados, las fuentes. Allá donde no llueve, el monte se ha pintado de azul y lo tengo en frente.
De mi ventana para aquí, mis cosas; de la ventana hacia fuera, el presente. Y vuelo como los pájaros sobre el paisaje gris (de ceniza, de frío y de la vida de la gente). Mañana tendré más fiebre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario